jueves, 6 de septiembre de 2012

Tierra sobre la tumba

Todos los fantasmas pululan de noche en su cuarto y hasta tienen sexo con su esposa, la violan antes sus ojos sin ningún recato y él no puede hacer nada para detenerlos. Lo peor es oírla gritar, verle la cara de placer y sentir cómo humedece el colchón y la almohada y sus piernas. Ella queda exhausta y él con muchas dudas de que pueda contarle lo que sucede. Tienen dos hijos, y a estas alturas, el sepulturero también se pregunta si serán suyos o de alguno de los miles de cadáveres a los que le tapó el cuerpo con tierra.

1 comentario:

  1. una compañera de trabajo le hizo una foto hace poco a un cementerio que a quedado al descubierto en la presa hanabanilla al bajar el nivel... te imaginas que uno de esos fantasmas se monte en el barco de flora y fauna y se vaya con nosotros al nicho?...

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