jueves, 26 de julio de 2012

Tus remos


Los remos naufragan sobre las olas. Suben, bajan, retroceden. Los remos de madera podrida, de madera que ya no es sino restos de ella misma, están ulcerados de tanto huir de ti. Le temen a tus manos, a cuando los hundes hacia el fondo y los obligas a transitar el sendero equivocado; le temen a tu demora, a su ahogamiento. Pasaron una vida entera procurando dejarte, procurando no creer tus pasos, pero era demasiado gentil tu sonrisa, demasiado verdad tus promesas. Una mañana despertaron con el cuerpo mojado, sin bote, sin ti; despertaron de la pesadilla de seguirte.

2 comentarios:

  1. Melissa, el asunto es que cuando hay corriente propia no hace falta muchos remos. Me gusta el post. Un beso.

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  2. Oye como te he extrañado por acá!!!!, y lo tendré en cuenta, fuera los remos entonces. Gracias siempre, un besote inmenso.

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